San Luis

Poggi mete impuestos hasta en Mercado Pago

A partir del 1 de junio, todas las transacciones en plataformas como Mercado Pago estarán alcanzadas por retenciones fiscales. Mientras otras provincias eliminan impuestos, San Luis los multiplica.

El gobierno de Claudio Poggi encontró una nueva forma de ajustar las cuentas: desde el 1 de junio, la Dirección Provincial de Ingresos Públicos (DPIP) comenzará a aplicar retenciones del impuesto a los Ingresos Brutos (IIBB) sobre las transacciones realizadas en billeteras virtuales, como Mercado Pago. La medida afecta a usuarios, monotributistas y pequeños comerciantes que utilizan estas plataformas para cobrar changas, mandar dinero a familiares o simplemente evitar el uso de efectivo.

La decisión fue confirmada por las propias plataformas digitales, que comenzaron a notificar a sus clientes en San Luis. En el caso de Mercado Pago, los avisos indican que la alícuota puede variar entre 0,01% y 5%, dependiendo de la situación fiscal del usuario. El mensaje es claro: si movés plata, pagás impuestos, aunque no vendas nada ni emitas comprobantes.

San Luis se suma al SIRCUPA y endurece la presión tributaria

La provincia se adhirió recientemente al SIRCUPA, el sistema nacional que permite rastrear todos los movimientos en cuentas de pago digitales y aplicar retenciones impositivas como si se tratara de cuentas bancarias tradicionales. La excusa oficial es “formalizar la economía”, pero en la práctica significa ahogar aún más a los contribuyentes y capturar cualquier ingreso, por mínimo que sea.

El contador Agustín Valentino explicó que la mecánica será similar a la de los bancos: si un kiosco está inscripto en Ingresos Brutos local, por ejemplo, se le aplicará una retención del 1,6% en cada movimiento. Incluso quienes reciban dinero sin emitir comprobantes estarán alcanzados: “Si ingresa un monto extra en la cuenta, se presume como ingreso imponible, y el sistema aplica la retención de forma automática”, detalló.

El impuesto más distorsivo, ahora también en tu billetera

El Impuesto a los Ingresos Brutos es considerado por muchos especialistas como uno de los más regresivos y distorsivos del sistema tributario argentino: se aplica sobre cualquier ingreso, haya o no ganancias, y se cobra en cada eslabón de la cadena comercial, generando un efecto cascada que encarece los precios y desalienta el emprendimiento.

Mientras provincias como Mendoza, Santa Fe, La Pampa o Buenos Aires avanzan en la reducción o eliminación de este tributo, San Luis decide profundizar la presión impositiva, incluso sobre los sectores más informales de la economía.

Una promesa más que quedó en campaña

La decisión de Poggi choca de frente con su promesa de campaña: no crear nuevos impuestos. Sin embargo, las urgencias fiscales, el costo del aparato político y el desorden financiero heredado y sostenido llevaron al Ejecutivo provincial a revisar sus compromisos y comenzar a mirar cada movimiento de dinero como una posible fuente de recaudación.

Hoy, cobrar una changa, recibir ayuda de un familiar, o transferir plata a un amigo puede convertirse en una “transacción comercial” a los ojos del fisco provincial. Nada escapa al radar tributario cuando el Estado está en rojo, y los costos vuelven a caer sobre el bolsillo de los mismos de siempre.


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