Crisis en la salud pública: el quiebre de Dosep deja a miles de afiliados sin respuestas
La salud en San Luis atraviesa un momento de profunda incertidumbre. La ruptura entre el Gobierno provincial y el Círculo Médico dejó expuestos a más de 100 mil afiliados de Dosep, que ahora se enfrentan a la dura realidad: acudir a un consultorio, mencionar la obra social y escuchar como respuesta un contundente “no recibimos”.
Lo que parecía una hipótesis comenzó a convertirse en experiencia cotidiana. Con la decisión unilateral de la administración de Claudio Poggi, el sistema sanitario entró en un terreno de caos, donde los más perjudicados son los usuarios, que deberán asumir consultas médicas de al menos 30 mil pesos y esperar —con pocas esperanzas— un reintegro que difícilmente llegue.
El conflicto también evidenció el manejo comunicacional del oficialismo: partes oficiales con información incompleta o directamente falsa, mensajes contradictorios en medios allegados al poder y un intento de imponer órdenes en un sector independiente, como ya lo hizo con otros poderes del Estado.
Para intentar contener la crisis, el Gobierno anunció un convenio con la Clínica Italia, presentado como un “acuerdo estratégico”. Sin embargo, la institución acumula denuncias judiciales y una reputación negativa en gran parte de la población, lo que generó más desconfianza que tranquilidad.
Mientras tanto, pacientes insulinodependientes, oncológicos, personas con discapacidad y hasta trabajadores del propio hospital Ramón Carrillo enfrentan dificultades diarias para acceder a la atención básica. El tejido sanitario provincial parece desgarrarse cada vez más, en un escenario que exhibe con claridad que el verdadero enfermo es el sistema mismo.
