El índice Nikkei de Japón sufrió una caída histórica del 12,40%, la peor desde 1987, impulsada por el fortalecimiento del yen tras la reciente subida de tipos de interés por parte del Banco de Japón.
En Corea del Sur, la bolsa de Seúl también registró una caída del 8,77%, reflejando el pesimismo global generado por los preocupantes datos del mercado laboral estadounidense y la desaceleración de la actividad industrial en EE.UU. Estas preocupaciones se han extendido a Europa, donde las principales bolsas abrieron en rojo, continuando la tendencia a la baja iniciada en Asia.
Los datos negativos de empleo en Estados Unidos, junto con los decepcionantes resultados de grandes compañías tecnológicas, han alimentado el nerviosismo entre los inversores, quienes temen que las medidas de la Reserva Federal para mitigar la situación lleguen demasiado tarde. La incertidumbre global sigue aumentando, afectando tanto a los mercados asiáticos como a los europeos.