Un oficial recibió la falsa noticia de que su esposa e hijos habían muerto en un accidente, lo que lo sumió en una crisis emocional que estuvo a punto de terminar de la peor manera. La confusión se debió a la coincidencia de un filicidio ocurrido ese mismo día, lo que llevó a sus superiores a darle información errónea.
El oficial, cuyo nombre se mantiene en reserva, fue informado por sus superiores de la Comisaría que su familia había fallecido, una noticia devastadora que lo dejó en estado de shock. Durante 20 minutos, cinco colegas intentaron calmarlo mientras él desesperadamente pedía respuestas sobre el estado de su esposa e hijos. Finalmente, al contactar a su hermano, descubrió que su familia estaba a salvo en San Luis.
El error estaba relacionado con el caso de la subinspectora Marina Silva, quien ese mismo día había confesado el asesinato de sus hijos. A pesar de que la información ya circulaba en algunos medios, los superiores del oficial confundieron los hechos y le dieron la noticia incorrecta.
El oficial, de 28 años, relató este lunes a un cronista de El Diario de la República los momentos angustiosos que vivió y expresó su indignación por la falta de disculpas por parte de sus superiores. "Es muy grave todo. Ni siquiera me pidieron disculpas. Me quitaron el arma y me dieron licencia", afirmó, ahora bajo tratamiento psicológico y con asesoramiento legal de su abogado, Jorge Sosa.
Este incidente ha generado duras críticas sobre la gestión de crisis dentro de la Policía y el manejo inadecuado de la información. La falta de supervisión y control en los protocolos internos quedó evidenciada, y muchos señalan la necesidad urgente de mejorar la capacitación del personal, así como de implementar revisiones periódicas de los exámenes psicológicos.
El caso también ha resaltado los riesgos de divulgar información sin la debida confirmación, afectando no solo a los efectivos de la fuerza, sino también a la comunidad en general.