Las diligencias, efectuadas en ocho propiedades vinculadas a Anabela Lucero y Joaquín Beltrán, incluyeron salones, comercios y viviendas particulares.
Lucero y Beltrán, junto con otros exfuncionarios, enfrentan graves acusaciones de incumplimiento de deberes, malversación de caudales públicos y peculado. Según la denuncia presentada por el Gobierno provincial, los señalados habrían realizado un “vaciamiento” del Complejo Molino Fénix y la Casa de la Música en los días previos al cambio de gestión, entre el 3 y el 10 de diciembre pasado.
El fiscal Olguín destacó que auditorías internas y testimonios de empleados respaldan la denuncia. “Está acreditado por una innumerable cantidad de testimonios que se retiraron un montón de elementos”, aseguró.
Entre los bienes secuestrados se encontraron documentos oficiales de la Casa de la Música con membretes y sellos, además de equipos técnicos y material relacionado con las dependencias culturales. Una parte de los objetos incautados estaba en un comercio de propiedad de Lucero, mientras que las investigaciones indican que, aunque Beltrán era el administrador del Complejo, varios testimonios apuntan a que Lucero ejercía el control efectivo.
El fiscal descartó complicidad de los empleados del Complejo, alegando que actuaron bajo presión, y valoró que hayan proporcionado detalles relevantes a las nuevas autoridades. Además, anunció que habrá más medidas para esclarecer los hechos y determinar si se cometieron delitos.
La denuncia de la Secretaría de Ética Pública y Control de Gestión resaltó la falta de un inventario sobre los bienes pertenecientes al Complejo y la Casa de la Música, como instrumentos, consolas, amplificadores y micrófonos, lo que complica la reconstrucción del patrimonio faltante.