Previo al evento, se excavó un pozo de aproximadamente cuarenta y cinco centímetros de profundidad y con un radio equivalente a los brazos abiertos de un adulto. En este pozo, los asistentes podrán ofrendar alimentos provenientes de la naturaleza, como semillas, frutos y flores, como muestra de agradecimiento a la Madre Tierra por todo lo que brinda.
Durante la ceremonia, se formará un círculo alrededor del pozo y se realizarán oraciones y música de los pueblos andinos. También habrá un artista cantando coplas al ritmo de bombos legüeros de fondo. Una vez finalizadas las ofrendas, todos participantes cerrarán el pozo con la tierra, completando así el ritual.
La celebración concluirá con una presentación de baile del gato cuyano y luego se compartirá la tradicional caña con ruda. El objetivo es invitar a ofrendar a toda la comunidad y a instituciones educativas, públicas y privadas, religiosas, deportivas y de danza, entre otras.
Este evento cultural ha sido declarado de interés provincial por el Concejo Deliberante hace cinco años y es uno de los rituales oficiales vinculados a la temática que se realiza en la ciudad. La academia Rincón Nativo, que organiza el evento, ha llevado a cabo esta celebración durante veintisiete años y cuenta con un equipo de seis profesores y doscientas familias entre sus bailarines.
La Pachamama es una diosa venerada por los pueblos andinos y representa a la madre tierra, simbolizando la fertilidad en la siembra y cosecha. La tradición de ofrendar alimentos a la Pachamama es una costumbre ancestral que se ha transmitido de generación en generación y se mantiene vigente en muchas regiones hasta la actualidad.