Opinión

El árbol que no te deja ver el bosque. (Luz para una ciudad a obscuras)

La mejor mentira del Diablo es hacerte creer que no existe. Refrán popular

Nada ves cuando estás en la obscuridad. Tampoco si te encandilan; no distingues nada. La mentira suele disfrazarse también de luz, y cuando te enceguece, no ves nada. Eso es lo que hacen los medios de comunicación y las redes sociales; en realidad, sus dueños y administradores, los políticos que los usan. Te muestran una realidad inventada, no la verdadera.

Una realidad que siempre obedece a intereses económicos y de Poder, si no, ¿cómo puede ser que nuestros gobernantes no vean el desempleo, el aumento de los precios, los bajos sueldos, las jubilaciones de subsistencia, la obra pública paralizada en todo el País y reducida al mínimo en la Provincia? ¿Cómo puede ser que nuestro Gobernador no reaccione frente a los límites económicos y exigencias de ajuste que le impone el Gobierno Nacional, y que afecta al Estado y principalmente a los Empleados Públicos? Pero lo más grave, ¿cómo puede ser que nuestros Diputados y él mismo, sigan apoyando a una Política Económica y Social nefasta, que está vendiendo el país al extranjero, sometiendo a los argentinos a los históricamente fracasados préstamos de usura del Fondo Monetario, desguace al Estado y suprima las Políticas Públicas, y aun así lo siga apoyando? ¿O creerá que es posible una política para la gente, con un gobierno que no ama a la gente?

 “No se puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro”. Mateo 6,24

No se puede mirar para otro lado no viendo lo que le pasa a nuestra gente y al resto del País. Como si la Política de estos pequeños y poderosos Grupos del Poder Económico no nos afectara. Tarde o temprano, como ya ha pasado y vuelve a pasar, iremos a una debacle peor. La crisis que ya no será solo económica y política, sino que ya está presentando, un quiebre jurídico, institucional, y ahora profundamente moral. Tarde o temprano, esto lleva al descreimiento, al desacato general y al posterior desastre, que nunca se sabe cómo terminará. Se rompen las reglas morales que cohesionan a una sociedad, porque no es bueno que desde el Gobierno mismo se propale odio y se incite a hacerlo desde las redes. Violencia que ya está llegando a las calles.

También es más grave la resignación que la indiferencia; de nuestra Ciudad ante la falta de credibilidad política, frente a la nula o escasa participación y compromiso para por lo menos intentar cambiar la situación social y política de la Comunidad. Cambiar, pero no con los mismos, tal vez sea la consigna. Es totalmente vergonzoso que los gobernantes locales también estén alineados con los enemigos de la gente, alineados por el oportunismo de mantenerse en el Poder. ¿Y los de antes? Igualmente, también son lo mismo, exigiendo ahora lo que nunca hicieron tampoco.

“A los tibios, los vomitaré de mi boca”. Apocalipsis 3,16.

Hay que salir del individualismo, volver a la solidaridad. Hay que ocuparse de los problemas y necesidades de nuestra Comunidad, que es responsabilidad de todos. Busquemos y exijamos Verdad, para que haya Justicia. Exijamos transparencia en los actos públicos, que nada sea oculto. Sin amor demostrado con hechos, no hay gobierno justo. Salgamos de la obscuridad, atrevámonos con valentía a buscar otros caminos; pero que sea con todos.

O pensando en todos.

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