La amistad: la familia que uno elige

Cada 20 de julio celebramos algo que, aunque no tiene lazos de sangre, tiene vínculos tan profundos como si los tuviera: la amistad. Ese lazo construido con el tiempo, con confianza, con abrazos dados en días de sol, pero también en medio de tormentas.
Dicen que los amigos son la familia que uno elige, y hay algo profundamente cierto en esa frase. Los amigos no llegan por obligación, ni por casualidad: se quedan por elección. Son esas personas que caminan a nuestro lado incluso cuando el camino se pone difícil. Los que celebran nuestras pequeñas alegrías como si fueran propias, y que sostienen nuestras tristezas sin pedir nada a cambio.
La amistad es ese refugio donde podemos ser nosotros mismos, sin filtros ni disfraces. Donde el silencio no incomoda, y las risas salen desde el alma. Es estar lejos y seguir cerca. Es mandar un mensaje a cualquier hora y saber que será bien recibido. Es crecer juntos, a veces separados, pero sabiendo que siempre hay un punto de encuentro.
En este Día del Amigo, celebremos a esas personas que nos sostienen con la mirada, que nos hacen mejores, que nos conocen con solo escucharnos decir «hola». A los de siempre, a los nuevos, a los que ya no están pero dejaron huella. Porque la amistad verdadera no se mide en cantidad, sino en calidad, en presencia, en profundidad.
Hoy brindamos por ellos. Por nosotros. Por esta hermosa familia que uno elige.