San Luis

San Luis celebró sus 431 años entre homenajes, cultura y un presente marcado por la crisis

Con el izamiento del pabellón nacional en la Plaza Independencia, comenzaron los actos conmemorativos por el 431° aniversario de la fundación de la ciudad de San Luis. La ceremonia contó con la presencia del ministro de Gobierno, Gonzalo Amondarain, el intendente Gastón Hissa, autoridades provinciales y municipales, concejales, representantes de las fuerzas de seguridad, miembros del Centro de Excombatientes de Malvinas y vecinos que se acercaron a compartir el homenaje en el espacio público más emblemático de la capital puntana.

La agenda incluyó una ceremonia religiosa seguida de una procesión por las calles céntricas, mientras que por la tarde se programó una caminata cultural con la participación de ballets folklóricos locales. El cierre está previsto en el Centro Cultural José La Vía, con actividades destinadas a toda la familia.

La jornada se desarrolló bajo un clima cálido para la época, con una máxima de 24 grados y los clásicos vientos que acompañan a los agostos puntanos. Entre el chivo, la tonada, el río y la sobremesa familiar, los festejos buscan sostener la identidad provincial en un contexto económico y social complejo.

Según un informe del INDEC, la pobreza en la ciudad capital alcanzó el 39,7% en marzo de este año: casi 100 mil personas en un total de 206.921 habitantes. Extrapolado a nivel provincial, más de 216 mil sanluiseños se encuentran en situación de vulnerabilidad económica.

A ese escenario se suman conflictos como el malestar docente, el deterioro del sistema de salud tras la ruptura con el Círculo Médico, los cuestionados aumentos salariales y políticas culturales y deportivas que generan más gastos que soluciones. La histórica discusión entre “puntanos” y “sanluiseños” sigue abierta, mientras el Gobierno intenta sin éxito reemplazar la “Puntanidad” por un débil “Sanluisismo” que en los actos nadie menciona.

Más allá de la capital, las dos principales ciudades también atraviesan dificultades. Merlo sufrió en verano e invierno las peores temporadas turísticas en dos décadas, agravadas por el desmanejo municipal. Villa Mercedes mantiene cierto orden político, aunque su deterioro urbano es evidente. Aun así, conserva símbolos de orgullo como la Calle Angosta, el talento de los atletas Tomás y Lucas Villegas y la proyección del futbolista Leonardo Balerdi.

En el resto de la provincia, el sometimiento a las decisiones gubernamentales convive con un deseo de autonomía difícil de alcanzar mientras la dependencia económica pese más que los ideales. San Luis sigue siendo tierra de paisajes únicos —Potrero de los Funes, El Trapiche, El Volcán, Merlo, Santa Rosa— y de símbolos culturales, deportivos y religiosos que sostienen la identidad provincial.

Entre homenajes y reclamos, San Luis celebró sus 431 años con la esperanza intacta. Esa esperanza, como siempre, parece ser lo último que los puntanos están dispuestos a perder.


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