Crece la polémica por las últimas decisiones de la Asociación del Fútbol Argentino

Las recientes definiciones de la AFA desataron un fuerte rechazo en varios ámbitos del fútbol argentino, y pusieron en evidencia grietas internas, acusaciones de favoritismo y críticas por falta de transparencia.
Un punto central del conflicto es el reconocimiento como campeón de liga del Rosario Central tras computar la tabla anual de puntos, una distinción inédita que no formaba parte de las bases originales del torneo. Según la AFA, la medida fue aprobada “por unanimidad” en el Comité Ejecutivo de la liga.
Sin embargo, esa versión fue desmentida por Estudiantes de La Plata, que aseguró que no existió votación alguna sobre ese punto en la reunión correspondiente, lo que pone en duda la legitimidad del fallo.
La controversia se potenció cuando la AFA exigió hacer un “pasillo de campeón” al ingresar al campo ante Estudiantes, en un protocolo que desató rechazo incluso dentro del propio club. El episodio terminó con declaraciones públicas, críticas al reglamento y acusaciones de presión institucional.
Un dirigente de la AFA, Mario Echeverría, salió al cruce de las críticas y atribuyó las acusaciones a una campaña mediática promovida por el Gobierno y ciertos medios, con el objetivo de debilitar a la entidad y abrir paso al avance de modelos de propiedad privada en clubes.
En su defensa, Echeverría sostuvo que la AFA no es un organismo estatal sino una asociación privada que gobierna a los clubes con sus normas internas, y cuestionó que se confundan decisiones institucionales con políticas de Estado.
La polémica expuso la división entre clubes, hinchas y dirigentes, y dejó al descubierto debates sobre la gobernabilidad, la transparencia y el futuro del fútbol argentino. El malestar se siente especialmente en los clubes que cuestionan los cambios estructurales —como el título anual y el protocolo de “pasillo”— considerándolos decisiones apresuradas, que favorecen a algunos y dañan la credibilidad del campeonato.



