San Luis

Una Navidad más cara: la inflación empuja a ajustar el menú familiar

Con la llegada de las fiestas, muchas familias en San Luis enfrentan una nueva preocupación: el fuerte aumento de los precios está obligando a ajustar el menú navideño y a replantear los gastos tradicionales de fin de año. La inflación acumulada durante el año se siente especialmente en los productos de consumo cotidiano, y aquellos artículos típicos de esta época —como carnes, bebidas, frutas secas y postres— registran incrementos que superan largamente el poder adquisitivo de gran parte de la población.

Vecinos consultados expresan que la planificación de la cena familiar, la compra de regalos y la preparación del encuentro con seres queridos ya no pueden hacerse con la misma previsión de años anteriores. Muchos comentan que están priorizando lo esencial, comparando precios con mayor detenimiento o directamente resignando algunos productos que antes formaban parte de la mesa navideña. Las cuentas, según coincide una buena parte de consumidores, no cierran con los ingresos disponibles, y eso obliga a tomar decisiones difíciles y recortes en productos o cantidades.

El impacto de estos aumentos se agrava cuando se consideran los gastos adicionales que suelen acompañar a las fiestas: regalos para niños, gastos en transporte, servicios y salidas familiares. Para hogares con ingresos fijos o magros, la presión de los precios resulta especialmente pesada, y la sensación de tener que “estirar” cada peso se vuelve una constante en las semanas previas a la Navidad.

Los comercios también perciben cambios en el comportamiento de los clientes, con compras más racionales y búsquedas de ofertas o alternativas más económicas. Algunos productores locales intentan adaptar su oferta para no perder ventas, mientras otros lamentan que los costos de producción y logística también hayan subido, trasladando esa presión al precio final.

En este contexto, muchas familias tratan de encontrar un equilibrio entre mantener tradiciones y ajustar gastos, apostando a la creatividad y a la solidaridad familiar para que la celebración no pierda su sentido, aunque cambien las formas. La Navidad, para muchos, seguirá siendo un momento de encuentro y afecto, aunque con un menú más austero y decisiones de gasto que reflejan una realidad económica más ajustada.

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