San Luis

En la UNSL critican que al rectorado se le dio un aumento del 52% mientras trabajadores apenas alcanzan el 30%

La Universidad Nacional de San Luis (UNSL) se convirtió en foco de críticas tras trascender que el rectorado acordó un aumento salarial del 52 %, en una instancia donde los trabajadores y empleados no docentes accedieron a incrementos que en muchos casos apenas alcanzan el 30 %. La diferencia en los porcentajes puso en tensión las relaciones laborales dentro de la comunidad universitaria y reavivó el debate sobre equidad, reconocimiento y reparto de recursos en una institución pública clave para la educación superior de la provincia.

El incremento otorgado al rectorado fue comunicado en el marco de las negociaciones paritarias que se vienen llevando adelante para definir las actualizaciones salariales en la UNSL. Sin embargo, la medida generó malestar entre los sindicatos que representan a los trabajadores, quienes cuestionaron que no exista proporcionalidad ni criterios uniformes que consideren las necesidades reales de quienes sostienen las actividades cotidianas de la casa de estudios.

Para los representantes gremiales, otorgar ajustes tan diferenciados alimenta un clima de descontento entre el plantel, al tiempo que pone en evidencia una lógica interna que, a su juicio, prioriza a sectores jerárquicos por sobre los empleados de menor jerarquía, a pesar de que estos últimos también enfrentan la misma presión inflacionaria y desafíos económicos en sus hogares. “Mientras algunos celebran aumentos significativos, otros luchan por llegar a fin de mes con incrementos que no reflejan la pérdida de poder adquisitivo”, expresaron varios referentes sindicales.

La discusión en torno a este tema se inscribe en un contexto más amplio de reclamos por mejores condiciones laborales en el sistema universitario argentino, en donde sindicatos y asociaciones docentes vienen reclamando mejoras sostenidas en salarios, estabilidad laboral, inversión en infraestructura y un esquema de financiamiento que permita dar respuestas concretas a las necesidades de educación, investigación y extensión.

Además de las críticas por el porcentaje diferenciado de aumento, algunos sectores señalaron la necesidad de que las instancias de negociación sean más transparentes y participativas, con la inclusión de representantes de todos los claustros universitarios para evitar decisiones que puedan percibirse como arbitrarias o desconectadas de la realidad de una parte importante de la comunidad.

La Universidad Nacional de San Luis enfrenta ahora no solo un desafío financiero, sino también institucional, al tener que equilibrar las expectativas de los distintos actores que integran la vida universitaria, en un escenario donde la equidad interna y la sostenibilidad económica son temas centrales para mantener la cohesión y el funcionamiento armónico de la casa de estudios.

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