Si bien en aspectos generales es clara la similitud ideológica entre los diferentes niveles de gobierno, aspectos más estructurales también parecen replicarse en la gran mayoría de los ámbitos de gestión. Me refiero puntualmente a como los partidos políticos parecen haberse convertido en el lugar de refugio de la «casta» política que ha participado en gestiones anteriores.
A nivel nacional es increíble como mediante un evidente y millonario disciplinamiento mediático, se vive vituperando a la vieja política, pero en el gobierno existen los Bullrich, los Menem, los Caputo, todos apellidos integrantes de la «casta» hace varios años. Es más, la conformación del partido Libertario en las provincias se da con bases de sectores conservadores y politiqueros.
Por ello, observamos que en varios niveles de gestión se dice una cosa y se hace otra.
Veamos San Luis: Casi la totalidad de los partidos políticos que conforman el escenario político en la provincia están totalmente alejado de lo que es su razón de ser: instrumentos de la disputa democrática, canalizadores de las aspiraciones comunitarias.
Si nos ponemos a realizar un rápido recorrido, empezamos por Avanzar, el espacio político del gobernador. Este partido, brilla por su ausencia en la discusión política pública. Se desconoce la voz de aquellos legisladores de ese sector, como así también su posicionamiento partidario ante diversos temas. Si hablamos de estructuras partidarias importantes, el Partido Justicialista provincial, si bien renovó sus autoridades, está inmerso en internas y deserciones en casi todos los distritos, lo que ha convertido a este sector en un mero sello. La UCR ha quedado sumida al manejo de un Ministerio (el de turismo) que solo se puede traducir en cargos. Por el lado del PRO es poco claro cuál es su conducción o quienes van a ser los que representarán a esta fuerza política en este año electoral.
Párrafo aparte para el espacio Libertario, que sufrió una judicialización de su situación, ya que Abdala, actual Senador Nacional, era autoridad del PRO, lo que justificó el cuestionamiento a su autoridad por parte de afiliados. Pero se da aquí un caso para observar: sin una estructura partidaria sólida, este espacio fue el más votado por los puntanos. Cosas de la democracia.
Lo que si queda claro, es que cada uno de estos sectores están integrados por los mismos, o los hijos, o los amigos de los hijos de aquellos que desde el 83 están. Ya sea como oficialismo u oposición. Y van a ser aquellos que definan las opciones que el ciudadano tendrá el próximo 11 de Mayo.
La carrera ya se inició y como siempre, la casta cuenta con ventaja.