Clínica que facturaba prácticas de la salud pública recibió un crédito del Gobierno

Una clínica privada que estaba en el centro de la polémica por facturar a obras sociales y prepagas prestaciones que, en realidad, se realizaban en hospitales públicos recibió recientemente un crédito del Gobierno nacional para financiar parte de su funcionamiento. La decisión generó nuevas críticas de sectores sociales y políticos, que cuestionan la concesión de fondos públicos a un establecimiento involucrado en un escándalo de facturación.
Los cuestionamientos se centran en que la entidad privada, previamente señalada por cobrar por tratamientos y procedimientos que nunca se llevaron a cabo en sus instalaciones, ahora fue beneficiada con recursos estatales, lo que, señalan detractores, pone en duda los criterios que se emplean para otorgar apoyos financieros a prestadores de salud privados.
Desde distintas organizaciones de pacientes y actores del sistema sanitario se advirtió que la medida mercantiliza aún más la atención médica, y que no se debería reforzar financieramente a quienes, además, recibieron cuestionamientos por su relación con el sistema público. Para muchos críticos, el financiamiento estatal debiera destinarse primero a fortalecer los hospitales y centros de salud públicos, que atienden diariamente a la mayor parte de la población.
Quienes defienden la entrega de ese crédito sostienen que se trata de un instrumento financiero destinado a sostener equipamiento y servicios en un contexto complejo para el sector privado de salud, marcado por costos elevados y la necesidad de garantizar continuidad de atención. Según esos postulantes, apoyar a centros de salud, incluso privados, puede terminar beneficiando a los usuarios que dependen de ellos para determinadas prestaciones.
La decisión, sin embargo, resucitó el debate sobre transparencia en los subsidios del Estado y los mecanismos de control sobre la facturación y la prestación efectiva de servicios de salud. La polémica continúa abierta y es probable que el tema vuelva a ser discutido tanto en ámbitos políticos como en espacios ciudadanos y mediáticos.



