Crece la polémica por el recambio de autoridades en la Cooperativa de Agua de Merlo

Sergio Ortega denunció la interrupción violenta de la asamblea convocada para renovar autoridades. Acusa injerencia del oficialismo y advierte sobre una crisis ambiental agravada por la falta de planificación hídrica.
La situación institucional en la Cooperativa de Provisión de Agua, Obras y Servicios de Villa de Merlo sumó un nuevo capítulo de tensión. Sergio Ortega, socio de la entidad, denunció públicamente que la asamblea prevista para el pasado 7 de junio con el fin de renovar autoridades fue interrumpida de manera irregular, repitiendo lo sucedido en mayo.
Según Ortega, el encuentro fue violentamente suspendido tras la irrupción de sectores vinculados al oficialismo provincial y municipal. “Lo que pasó el 7 de junio fue peor todavía. Vinieron funcionarios y militantes a impedir que la asamblea se realizara con normalidad. Entraron por la fuerza, abrieron candados y rompieron todo”, declaró.
El denunciante también aseguró que estuvieron presentes el intendente de Merlo, el ministro de Turismo —exjefe comunal— y varios concejales oficialistas, pese a que ninguno de ellos es socio de la cooperativa.
Cuestionamientos a la legitimidad del nuevo consejo
Ortega cuestionó duramente la validez del nuevo consejo de administración, el cual fue avalado en una asamblea que, según afirmó, nunca llegó a concretarse en los términos previstos. “No votó nadie porque no se pudo hacer. El intendente echó a los socios cuando él mismo no pertenece a la cooperativa”, remarcó.
También apuntó contra la Dirección de Personería Jurídica y San Luis Agua por no garantizar la transparencia y legalidad del proceso. Afirmó que ambas instituciones incumplieron su rol de contralor, y denunció presiones vinculadas a loteos sin planificación hídrica ni territorial.
Crisis ambiental y presión inmobiliaria
Más allá del conflicto político-institucional, Ortega advirtió sobre una crisis ambiental estructural en la localidad. Señaló que el crecimiento desordenado, sumado al avance del agronegocio y la pérdida del monte nativo, ha puesto en riesgo el abastecimiento de agua.
“El agua no alcanza y se sigue autorizando el crecimiento sin prever cómo abastecerlo. Entre 2016 y 2022 se habilitaron 2.000 lotes y solo se construyó en el 8% de ellos”, alertó.
Finalmente, el socio reclamó una nueva convocatoria a asamblea, con garantías de transparencia, sin injerencias políticas y con la participación legítima de los socios. “No puede venir ningún patotero a interrumpir una asamblea soberana y de toda la comunidad”, concluyó.