Día del Padre: para quienes lo tienen cerca, que lo disfruten con el corazón

Este domingo se celebra el Día del Padre, una fecha que va mucho más allá de los regalos o los saludos en redes sociales. Es una jornada que nos invita a detenernos un momento y mirar a ese hombre que ha estado —y está— en las grandes y pequeñas cosas de la vida.
Hay padres que están siempre con una palabra justa, con una mirada que entiende sin preguntar, con un gesto silencioso que calma. Están los que trabajan todo el día pero llegan a casa y se agachan para jugar con sus hijos. Están los que enseñan con el ejemplo, los que se equivocan y piden perdón, los que abrazan fuerte y no sueltan. Y están los que ya no están, pero siguen vivos en cada recuerdo y en cada decisión que tomamos.
Este día es para todos ellos. Pero, sobre todo, es un llamado para quienes todavía tienen la suerte de tener a su papá con vida y cerca. Para que lo abracen más fuerte. Para que se animen a decir “te quiero”, aunque no sea fácil. Para que lo inviten a compartir un mate, una comida, una charla de esas que parecen cotidianas, pero que se convierten en memorias para siempre.
Porque el tiempo pasa. Porque la vida no se detiene. Y porque el amor de un padre, cuando está presente, es un regalo que no todos tienen.
A los que hoy pueden mirarlo a los ojos y decirle “feliz día”, que lo hagan con el alma. Que no esperen a que sea tarde. Que lo disfruten. Que lo abracen. Que lo escuchen. Y que lo celebren.
Feliz Día del Padre.