San Luis pierde su pulmón verde: más de 150 mil hectáreas arrasadas en 13 años

San Luis atraviesa una crisis ambiental silenciosa y alarmante. Entre 2009 y 2022, la provincia perdió 154.429 hectáreas de bosque nativo, según datos de la Fundación Vida Silvestre. La cifra equivale a 27 canchas de fútbol devastadas cada día.
Del total, 76.379 hectáreas fueron desmontadas de manera ilegal en zonas protegidas por el Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (OTBN), vigente desde la sanción de la Ley de Bosques N° 26.331 en 2007.
La situación no se detiene: en 2022, San Luis se ubicó como la cuarta provincia más deforestada del país, y en lo que va de 2024 ya se reportan más de 20.000 hectáreas perdidas, de acuerdo con el Sistema de Alerta Temprana de Deforestación.
Especies en riesgo y ecosistemas fragmentados
El impacto sobre la biodiversidad es severo. Varias especies emblemáticas enfrentan una drástica reducción de su hábitat: la mara, el conejo de los palos, la boa de las vizcacheras (lampalagua), el venado de las pampas, el águila coronada y el caldén, entre otras.
Un caso reciente da cuenta de esta presión: la Secretaría de Ambiente detectó la tala de 217 ejemplares de caldén en el establecimiento “El Verano”, propiedad de la agropecuaria COSUFI S.A., en cercanías de Nueva Galia.
El periodista especializado Maico Martini, de Eco Press, advirtió: “San Luis está entre las cinco provincias más deforestadas del país, con un ritmo de pérdida de ecosistemas y especies acelerado. Antes habitaba el yaguareté, hoy desaparecido por la degradación del bosque”.
Factores que empujan la deforestación
- Ganadería intensiva y agricultura: principales responsables del cambio de uso del suelo.
- Incendios forestales: en 2023, más de 18.000 hectáreas fueron arrasadas por el fuego, en su mayoría por causas humanas.
- Expansión urbana: ciudades como Juana Koslay avanzan sobre zonas de alto valor ecológico.
Ley y control: una deuda pendiente
El OTBN establece tres categorías de conservación:
- Verde: bajo valor de conservación, cambio de uso posible con permiso.
- Amarilla: uso limitado a ciertas actividades como turismo o investigación.
- Roja: máxima protección, prohibido desmontar.
Sin embargo, San Luis no actualiza su OTBN desde 2014 y las auditorías revelan que el cumplimiento de la Ley de Bosques es insuficiente, con sanciones débiles y pocos controles frente a desmontes ilegales.
Prevención insuficiente
Desde 2019, la provincia participa en programas con la FAO para prevenir incendios, pero la infraestructura sigue siendo limitada: no cuenta con aviones híbridos propios para combatir el fuego y depende del apoyo nacional o de provincias vecinas, lo que retrasa la respuesta ante emergencias.
Martini resume el problema: “La política de protección suele ir detrás de los desmontes, con pocas acciones de monitoreo y fiscalización”.
El desafío
Ambientalistas y especialistas coinciden en que es urgente:
- Actualizar el OTBN y adaptarlo a la realidad actual.
- Aumentar el presupuesto para controles y sanciones efectivas.
- Invertir en infraestructura para prevención y defensa de bosques nativos.
La pérdida del bosque nativo no solo implica un daño ambiental: también compromete la identidad y el futuro sostenible de San Luis.