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Presupuesto 2026: los jubilados no tienen asegurado un aumento real

La especialista María Silvia Rapisarda advirtió que el Gobierno solo proyectó un gasto 5% mayor a la inflación, pero sin precisar cómo se aplicará en los haberes.

La abogada previsionalista María Silvia Rapisarda analizó el impacto del Presupuesto 2026 en los jubilados y señaló que el proyecto no garantiza un incremento real en los ingresos del sector. Según explicó, el anuncio oficial de que habrá “un 5% más de gasto por encima de la inflación” carece de detalles sobre su implementación.

“Eso no significa un aumento directo del 5% en todas las jubilaciones, porque no explicaron cómo lo van a aplicar”, remarcó Rapisarda.

Un anuncio sin precisiones

La especialista destacó que el Presupuesto es solo una proyección de recursos y gastos. “El Gobierno dijo que va a gastar en jubilaciones un 5% más sobre la inflación. Nada más. No explicó ni el cómo, ni el qué, ni de qué forma lo haría”, sostuvo.

Aclaró, además, que este planteo no se traduce automáticamente en un incremento de haberes, sino que podría terminar siendo “un simple maquillaje estadístico”.

El rezago en la medición

Rapisarda explicó que las jubilaciones se actualizan con dos meses de atraso respecto de la inflación. “Lo que los jubilados cobran hoy en septiembre corresponde a la inflación de julio. Cuando los precios bajan mes a mes, ese rezago da la sensación de que los haberes aumentan más que la inflación, pero no es real”, detalló.

Con datos concretos, señaló que entre agosto de 2024 y agosto de 2025 la inflación acumulada fue de 33,6%, mientras que las jubilaciones subieron 39,4%. No obstante, aclaró: “Ese 4,3% de diferencia es solo un efecto del modo en que se mide, no una mejora en el poder de compra”.

La pérdida del poder adquisitivo

La abogada recordó que los jubilados arrastran una fuerte pérdida frente a la inflación: “Entre 2021 y 2024 hubo una caída superior al 50% en las jubilaciones que superan el haber mínimo”.

En ese marco, subrayó la brecha entre ingresos y gastos: “Con una canasta básica de $1.200.000 y una jubilación mínima de $300.000, el panorama no es alentador”.

También cuestionó el congelamiento del bono de $70.000, que —ajustado por inflación— debería ser de unos $169.000. “Hoy ese bono apenas lleva la mínima a $320.000, muy lejos de cubrir las necesidades básicas”, expresó.

Un futuro incierto

La previsionalista advirtió que el Gobierno no presentó un plan de recomposición de haberes. “Hoy los jubilados cobran lo que corresponde al índice inflacionario de dos meses atrás. Esa forma de medir genera distorsiones y termina siendo un maquillaje de la realidad”, dijo.

En cuanto a reformas previsionales, recordó que “ya forman parte del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional”, pero aún no fueron detalladas.

Y concluyó con una advertencia:

“Estamos haciendo decir a la ley de Presupuesto lo que la ley no dice. No hay medida concreta ni fórmula modificada. Lo cierto es que las jubilaciones siguen perdiendo poder adquisitivo y no hay señales de un verdadero plan de recomposición”.


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