Calle Angosta

Un año de Milei: avance de su proyecto y plan de reelección en un escenario fragmentado

A un año de haber vencido a Sergio Massa en el balotaje, Javier Milei se posiciona como el único protagonista político relevante en el país.

Surgido de las ruinas del sistema político tradicional, el presidente ha consolidado su liderazgo mientras la oposición parece dividida, paralizada o cómplice.

El silencio de referentes como Massa y otros sectores políticos no solo refleja una estrategia, sino también una falta de respuestas claras frente al avance de un proyecto de ajuste estructural que ha redefinido las reglas del juego político y económico. Mientras tanto, Milei no enfrenta una oposición sólida que pueda hacerle frente de manera efectiva.

El Congreso, con mayorías circunstanciales en su contra, ha logrado frenar algunas iniciativas, pero sin afectar significativamente la implementación de políticas clave. Gran parte de la dirigencia política tradicional y empresarial ha optado por apoyar o convivir con el modelo de ajuste, mientras que sectores de la CGT mantienen un perfil bajo, lejos de la movilización callejera.

En paralelo, Milei ha combinado medidas de contención social, como la duplicación de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Tarjeta Alimentar, con una política económica de corte liberal que prioriza el pago de la deuda externa y la desregulación de actividades. Estas decisiones han generado tensiones en los sectores más vulnerables, especialmente en el conurbano bonaerense, donde la falta de alimentos y cortes de luz han empezado a encender señales de alarma.

Milei ha sorprendido con su capacidad de manejar alianzas internacionales. Su pragmatismo lo lleva a mantener vínculos con líderes tan diversos como Donald Trump, Kristalina Georgieva, Xi Jinping y Narendra Modi. En el ámbito local, su administración ha desregulado sectores clave de la economía y eliminado restricciones laborales mediante el polémico decreto 70/2023.

En contraste, el peronismo opositor parece haber perdido fuerza. Con solo cinco provincias bajo su control, el movimiento enfrenta divisiones internas y desafíos para construir un liderazgo unificado. Cristina Fernández de Kirchner se mantiene activa, pero su figura despierta más debates que consensos, mientras que Axel Kicillof intenta posicionarse como un posible candidato presidencial en un escenario incierto.

La estrategia de Milei apunta claramente a la reelección. Su liderazgo no solo busca consolidar un modelo político y económico de largo plazo, sino también redefinir el rol del Estado y las instituciones en la Argentina.

Sin embargo, su futuro depende de la capacidad de la sociedad y los actores políticos para articular una respuesta frente a las consecuencias del ajuste y la creciente desigualdad. El panorama es incierto, pero el primer año de su mandato ha dejado en claro que Milei no tiene intención de retroceder.

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