El Gobierno y la controversia por la sesión que expulsó a Edgardo Kueider
El Gobierno busca invalidar la sesión del Senado que resultó en la expulsión del senador entrerriano Edgardo Kueider, detenido en Paraguay por intentar ingresar con más de 200.000 dólares sin declarar. Desde Casa Rosada argumentan que la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien presidió la sesión, no estaba en condiciones legales para hacerlo debido a que, con el presidente Javier Milei en Italia, ella asumía provisionalmente el Poder Ejecutivo.
Villarruel presidió la sesión que resultó en la expulsión de Kueider, acción respaldada por una mayoría de senadores de diversos bloques, incluyendo La Libertad Avanza y la oposición. Previo a la votación, el oficialismo intentó suspender a Kueider hasta marzo, pero la presión pública y las declaraciones del presidente Milei en contra del senador inclinaron la balanza hacia la expulsión.
Desde el oficialismo aseguran que, al estar en ejercicio del Poder Ejecutivo, la vicepresidenta no podía presidir el Senado. Algunos aliados del Gobierno incluso plantearon posibles denuncias por incumplimiento de deberes y usurpación de cargo.
Este episodio reavivó tensiones entre Villarruel y el entorno de Milei, con declaraciones que reflejan su distanciamiento. Además, se generó un fuerte debate sobre la legalidad de la sesión y las consecuencias políticas que podría tener.
El constitucionalista Andrés Gil Domínguez aclaró que, dado que no hubo un traspaso formal de mando, Villarruel no estaba simultáneamente en dos cargos, lo que no invalidaría la sesión. Sin embargo, cualquier impugnación judicial debería ser presentada por Kueider, quien tendría que demostrar un perjuicio directo.
Villarruel ha sido cada vez más apartada de las decisiones del Gobierno, como se evidenció en su ausencia en la reciente cadena nacional por el aniversario presidencial. Este distanciamiento quedó aún más expuesto tras la sesión del Senado, que terminó generando un quiebre entre su figura y el entorno presidencial.
La expulsión de Kueider y la controversia en torno a Villarruel podrían tener repercusiones significativas de cara al inicio de 2025, un año clave en términos electorales.
Autor: EL DESTAPE