El colectivo odioso
Viste que cuando uno tiene que viajar no se pone a pensar de una qué conductor me tocará, si estará alcoholizado al momento de manejar o si tendrá la suficiente pericia como para no ir zigzagueando todo el tiempo; tampoco uno considera si funciona el aire acondicionado con estos calores o la calefacción con semejante frío…
Tu cabeza está enfocada en el punto de destino, en qué vas a hacer ahí y que todo salga bien como para regresar sin sobresaltos y hasta feliz de haber alcanzado un objetivo sea su motivo la salud, esparcir la cenizas de un ser querido en el mar, por placer o por trabajo.
Ahora, si te están diciendo por lo claro que el ñato que maneja es loco y que los neumáticos están hecho pedazos, de verdad… ¿vos, te subirías? Es más, él mismo -en primera persona- te dijo una sarta de disparates y los está cumpliendo; entonces me pregunto una vez más ¿para qué lo votaron?
Es difícil encontrar una respuesta; una respuesta, digo, que no sea cínica y negacionista de la realidad; por el contrario, te mandan el chamullo de chorros y corruptos como si ellos no lo fueran o no los hubiera ya mismo por bastantes rincones de los estamentos públicos. Por eso cuesta entender que la política, como en el colectivo odioso, no son las personas en sí mismas sino los medios que las personas ofrecen al emprender un viaje y sin omitir el precio del pasaje. Nosotros elegimos los medios ofrecidos por alguien que, además, fue -pésimamente mal- elegido, que no llegó adonde llegó por sí sino porque lo pusieron allí.
De tal manera que, a medida que el tiempo pasa, más grande es el daño; algo así como lastimarse y «darle tiempo» para que -aunque sea mucha la gravedad de la herida- se cure sola sin ponerle una triste curita.
No. Definitivamente no es así; y si no nos bajamos en la próxima parada menos aún sirve de nada haber hecho una mala elección; hay casi sinfines de ejemplos que funcionan como cabales testimonios de esta inmundicia que estamos atravesando. Y a propósito del colectivo odioso, colectivamente será que tengamos que deponer este viaje siniestro y a peor destino.