La unidad del peronismo en San Luis ¿Es posible? ¿Es necesario?

(¿Y cuál es el camino? ¿Nuevas caras? ¿Paso al costado de la dirigencia de elite? ¿La unidad sin futuro?)
En San Luis, los Peronistas están muy divididos en distintos Frentes electorales, lo cual no es muy halagüeño, porque el oficialismo y sus aliados, aunque estén medianamente consolidados, constituyen una fuerte alternativa. Para octubre, compiten lamentablemente entre sí el Frente Justicialista (Partidos Justicialista, Mas +, Lealtad Sanluiseña, Tierra Techo y Trabajo, Miles); Fuerza Patria, (Partido de la Victoria, Frente para la Victoria, Partido Comunista); San Luis Primero (Todos Unidos, MID); y Provincias Unidas (Compromiso Federal, Hacemos, Movimiento Libres del Sur). Y también sectores peronistas adheridos y aliados con el gobierno provincial y nacional, perdiendo su identidad como peronistas consecuentes.
Es indudable que esta división y la pérdida de confianza y credibilidad de parte de la gente, junto a las sucesivas derrotas electorales y la dispersión, hablan no solo de la volubilidad ideológica de los dirigentes que adhieren al nombre del Peronismo, sino también de su volubilidad política, yendo con cualquier espacio político sin importarles el fundamento ideológico, adhiriendo o renegando unos y otros al Peronismo a nivel federal o nacional. También está el vergonzoso pragmatismo oportunista hacia los gobiernos nacionales de turno; pero su decadencia, el descrédito real, vienen por no cumplir con la población. Esto es plena responsabilidad de la dirigencia, no del Pueblo que todavía adhiere en el sentimiento a la cultura y justicia social recibida del Peronismo, y aunque haya dejado de votarlo por los malos ejemplos de su dirigencia, sigue buscando en otras alternativas políticas la Justicia Social perdida.
Si continúa esta fragmentación, las peleas internas, la crítica desmedida a todo lo que fue y a lo que no debió ser, a cualquier gestión o ataques a militantes propios por no responder a la Burocracia como ocurrió con el Peronismo Kirchnerista, entonces será imposible para el Peronismo de San Luis garantizar el bienestar general con hechos, derechos y gobernabilidad, asentados en una confianza y consenso que hoy están muy debilitados.
Confianza y consenso que tendrían que haber estado acompañados por una militancia activa al servicio de la gente y no de los dirigentes; militancia hoy ausente de participación y alejada cada vez más del Justicialismo, ya que sufre la opresión y el mal ejemplo de sus dirigentes. No es posible dejar que esta Burocracia siga perpetuándose en las esqueléticas y anquilosadas estructuras partidarias, presionando sobre decisiones políticas y digitación de candidatos, alejados del servicio y deber ciudadano.
Las malas prácticas pasadas y presentes son un antecedente del descreimiento. Es precisamente por esta dirigencia que no es inocente, que el Pueblo Peronista sufre el escarnio y el resto de la población está sumergida en el desconcierto de no saber hasta dónde nos conducirá la dualidad de este gobierno Municipal y Provincial aliado con Milei.
Nos preguntamos si es necesaria la unidad del Peronismo en San Luis. En tanto se presente como racional alternativa desde objetivos viables de progreso social y económico, de transparencia en su democracia interna, de no permitir la Burocracia en todas sus ramas, ni Paternalismos, Padrinos y apadrinados, ni candidatos testimoniales, digitados y que acepten serlo, ni de “ingeniería electoral partidocrática conservadora”, sino dirigentes que surjan de la elección libre, pública, abierta, inclusiva, de asambleas contextuales de vecinos, de organismos barriales, fabriles, sociales, estudiantiles e institucionales, organizados libremente en organismos colegiados, sin nada de estos necesarios cambios, no habrá recomposición política posible para una verdadera unidad al servicio del Pueblo.
La unidad de los dirigentes, no sirve si no está acompañada del trabajo efectivo de información y educación política de los militantes junto a la gente por sus necesidades, sueños y esperanzas. La unidad de estructuras no garantiza ningún bienestar. Ni siquiera ayuda; al contrario, la unidad con los mismos al frente del Peronismo, es lo mismo que se quiere combatir. Tampoco creando y adhiriendo a otras estructuras partidarias sin luchar obstinadamente con los de la propia casa, en lugar de extrapolar prácticas de luchas intestinas de cargos, supuestas trayectorias y lugares futuros apostados en una lista electoral. Se requiere un rompimiento profundo a rajatabla con las viejas prácticas políticas que obedecen únicamente a intereses personalistas, que no entusiasman a nadie, pero sobre todo que no conducen a ninguna Justicia Social y ejemplo de lucha solidaria.
Tampoco es bueno, si hay sincera voluntad de unidad y recomposición del Movimiento, de revivir historias pasadas que lleven a rencores y desconfianzas, porque detrás de los dirigentes y militantes hay hechos y trayectorias que indudablemente pueden ser discutibles, pero que en la actual coyuntura la única confianza permitida para la unidad es la de acordar un camino y condiciones como las surgidas por las consecuencias de prácticas políticas que no se deben repetir.Si el objetivo es la Justicia Social, para la salud, educación, seguridad, progreso y promoción de nuestro Pueblo de la Provincia, con políticas públicas de trabajo, vivienda, comunicaciones, y economía regulada de precios y tarifas, políticas garantizadas por una legislación que se defienda el bienestar de nuestros ciudadanos, con dirigentes y gobiernos que se involucren en ese compromiso, de prácticas públicas transparentes, al servicio humilde y permanente del control popular, que nos garantice que la riqueza y el esfuerzo económico y cultural producida por nuestros trabajadores, vuelva al Pueblo de San Luis; sin esos objetivos, entonces cualquier otra política o ideología que se proponga alcanzarlos con la población como protagonista, reemplazará al Peronismo.
Si el Peronismo todavía es la alternativa, hay que dejarlo florecer desde las bases. De todos los lugares y clases sociales. Con la sencillez del Pueblo. Sin odios, escraches, mentiras y burlas de las redes sociales. No hacerle el caldo gordo a los que perjudican a la gente. Hoy el Peronismo y la población necesitan de una horizontalidad absoluta, pública, abierta, tolerante, propiciando una verdadera revolución de debates, ideas, organización y acciones de lucha política hacia aquellos objetivos. Sin pedirle permiso absolutamente a nadie. Exigiendo y construyendo sin pausa la Justicia Social, en cada barrio, en cada contexto, en cada espacio, hacia una Comunidad Solidaria, hacia una Democracia Combativa, hacia un Derecho Popular que respalde y asegure lo que se vaya construyendo.
“El amor no puede vivir donde no hay confianza”
Edith Hamilton
Lo más importante, es volver a ser merecedores de la confianza de la gente, creando canales donde ésta se sienta partícipe de las acciones de gobierno y dignamente merecedora de una convivencia justa.