Un hombre murió y al menos 1.000 personas fueron evacuadas este fin de semana debido a los incendios forestales que ya arrasaron más de 2.700 hectáreas cerca de la localidad turística de El Bolsón, en la provincia de Río Negro.
«El operativo de combate se refuerza con tres aviones y dos helicópteros que operan según las condiciones meteorológicas. Fuertes ráfagas de viento dificultan el trabajo en terreno», indicó el gobierno de Río Negro en la red social X, detallando que la superficie afectada asciende a 2.723 hectáreas.
El domingo, los últimos 23 turistas que permanecían en los refugios del Amprale, dentro del Área Natural Protegida Río Azul-Lago Escondido, fueron evacuados. En total, 856 personas fueron trasladadas desde esos refugios hasta El Bolsón, mientras que 123 autoevacuados se comunicaron con la línea de asistencia.
El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, denunció que el incendio fue provocado de manera intencional y prometió llegar «hasta las últimas consecuencias para encontrar a los responsables».
«Este desastre dejó una víctima fatal, arrasó miles de hectáreas y provocó un daño enorme a nuestra comunidad. No vamos a permitir que esto quede impune», expresó en X.
La víctima fatal fue identificada como Ángel «Don» Reyes, un antiguo poblador de Mallín Ahogado, quien murió el sábado tras negarse a evacuar su vivienda, a pesar de los reiterados pedidos de los equipos de emergencia. Según allegados, el hombre había dedicado su vida al campo y no quiso abandonar su hogar ni siquiera cuando el fuego avanzaba sin control.
El incendio, que sigue fuera de control, comenzó el jueves en la zona de senderismo del Cajón del Azul, a unos 20 kilómetros al norte de El Bolsón. Las llamas se propagaron rápidamente debido a los fuertes vientos y las altas temperaturas del verano austral.
«El viento trae el fuego a las zonas pobladas y eso complica la situación (…) Realmente es desesperante», declaró Juan Carlos Martínez, presidente de la comisión directiva de los bomberos voluntarios, en diálogo con el canal TN.
En los últimos días, unas 800 personas, entre residentes y turistas, fueron evacuadas, en su mayoría desde refugios de alta montaña. «Queda muy poca gente», aseguró Martínez, aunque reconoció que algunos vecinos se resisten a dejar sus casas y animales.
Si bien El Bolsón amaneció este domingo cubierto por una densa nube de humo, por el momento no hay zonas urbanas afectadas directamente por el fuego.
El gobierno provincial decretó el viernes la emergencia ígnea en todo Río Negro hasta el 30 de abril, lo que implica la prohibición de encender fuego al aire libre, el refuerzo de medidas de prevención y vigilancia, y sanciones en caso de incumplimiento.