
Se registra una merma significativa en los niveles de vacunación infantil, lo que genera creciente preocupación entre especialistas. Según los datos disponibles, la cobertura en varias dosis clave ha descendido a cifras históricamente bajas, poniendo en riesgo la protección de las nuevas generaciones frente a enfermedades prevenibles.
Los expertos destacan que esta caída no es un fenómeno aislado, sino parte de una tendencia que ya venía manifestándose. Entre los factores que podrían estar impulsando esta baja están la fatiga pandémica, la desinformación sobre vacunas, y las dificultades logísticas para acceder a los centros de vacunación.
Además, se advierte que la infraestructura sanitaria está enfrentando tensiones adicionales: personal de salud con sobrecarga, recursos limitados y prioridades cambiantes podrían estar contribuyendo a una caída en la eficiencia de los programas de inmunización.
Los especialistas llaman al Estado, a las autoridades sanitarias y a la comunidad a redoblar esfuerzos. Recomiendan reforzar las campañas de concientización, simplificar el acceso a las vacunas en zonas vulnerables y asegurar un abastecimiento constante de dosis. Sin una respuesta urgente, advierten, los niños podrían quedar expuestos nuevamente a brotes de enfermedades que hoy son prevenibles.



