Narcotráfico entre San Luis y Buenos Aires: “El Gaucho” Funes y un sindicalista, al frente de una red criminal que operó durante años

Una organización narco con base en Villa Mercedes y ramificaciones en Buenos Aires fue desarticulada por la Justicia Federal tras meses de investigación. El entramado, encabezado por Diego “El Gaucho” Funes y el sindicalista Juan Carlos Insúa, movía cocaína entre provincias con una logística aceitada, control territorial y vínculos con un cártel peruano.
Un clan familiar y un “campo de la merca”
Diego Funes, conocido como “El Gaucho”, lideraba desde al menos 2021 una red que tenía su epicentro en los barrios Eva Perón I y II. La droga llegaba a su quinta “Las Palmeras”, ubicada cerca del hipódromo de Villa Mercedes. El lugar, conocido como el “campo de la merca”, exhibía lujos llamativos: caballos de carrera, camionetas 4×4 sin patentar, piletas, cuatriciclos y motos nuevas.
Desde allí se distribuía la cocaína a revendedores, como Héctor “El Oso” Frías, quien lideraba su propia célula con bocas de expendio. La fiscalía detectó que solo en un año Frías transfirió casi 60 millones de pesos a la esposa de Funes a través de Mercado Pago.
El esquema contaba con un sistema de alertas vecinales que impedía allanamientos sorpresivos. Durante los operativos del 21 de mayo, varios intentaron escapar tras recibir avisos.
Funes manejaba toda la operación: decidía precios, cantidades, puntos de venta y se valía de testaferros para ocultar bienes y vehículos a su nombre. Está imputado por tráfico de estupefacientes agravado por la participación de tres o más personas organizadas, según la Ley 23.737.
El brazo sindical de la red: Juan Carlos Insúa
La otra figura clave es Juan Carlos Insúa, un sindicalista de la carne que oficiaba de nexo con el narcotráfico en Buenos Aires. Había sido procesado en 2024 por transporte de drogas, pero ahora la causa lo vincula directamente con el suministro de cocaína desde un cártel peruano.
Según la investigación, Insúa ingresaba la droga por la Ruta 7 hasta Merlo y desde allí abastecía a otros revendedores, incluido Funes. Delegaba funciones en su hijo —detenido en Buenos Aires— quien dirigía una concesionaria y estaba a cargo de transportar la droga y proveer vehículos.
Una red con roles definidos
La estructura contaba con niveles bien definidos: proveedores, transportistas, distribuidores, revendedores y encargados del blindaje territorial. Una organización con división de tareas, flujo financiero millonario, y complicidades que les permitieron operar durante al menos cuatro años con total impunidad.
Hasta el momento hay al menos nueve personas detenidas, entre ellas familiares de Funes, allegados a Insúa y figuras de la segunda línea. Todos enfrentan cargos por tráfico agravado y asociación ilícita.
El avance del narco en San Luis
Las pruebas recabadas —mensajes encriptados, transferencias, vehículos, testimonios— dan cuenta de una red que manejaba no solo droga, sino poder e influencia. La Justicia deberá determinar el grado de participación de cada implicado, pero el caso deja una advertencia clara: el narcotráfico ya no es solo un fenómeno urbano. San Luis, con su ubicación estratégica y sus rutas, es parte del mapa narco argentino.