Opinión

“Donde está tu tesoro, allí estará tu corazón” ¿Seguir en lo mismo con los mismos?

¿No perdemos dignidad al elegir nuestra postergación? A esta altura de la corrupción del Sistema Político, la falta de credibilidad por malos ejemplos y engañosas promesas, la digitación de candidatos, burocracia, eternización en el gobierno etc., vuelve la ronda de amigos, hijos, apadrinados, y otras yerbas que han desprestigiado y envilecido a la Política.

 “La Verdad no ofende, se ofenden con la Verdad”

Vemos que cada contienda electoral es una pelea entre los mismos de siempre por lo mismo de siempre; ya sea los de un Partido Político u otro. Han hecho de la Política una profesión para ganar plata y Poder para su beneficio. No se disputan Proyectos de la gente, ni de una mejor Ciudad. Tampoco para una convivencia saludable y de progreso. Ni hablar de que la población participe en la gestión comunal desde sus propios barrios y contextos. No se debaten ideas ni cómo solucionar problemáticas; se discuten cargos.

Seguir con los mismos -los de antes y los de ahora- es asistir no sólo a sus acciones y omisiones, en qué cambiaron y mejoraron o no, nuestra convivencia, y si han defendido o no, los derechos y bienestar de nuestra gente… y más allá del pensamiento político que hayan esgrimido (las más de las veces con hipocresía), ignoramos si alguna vez se plantaron frente a lo que corresponde en verdad y justicia; desde los pequeños hasta los más grandes desafíos, como atender las necesidades y demandas del prójimo.

…Y ello, con nuestros gobernantes. Pero, ¿qué pasa con la gente de Mercedes? ¿Qué pasa con nosotros, ciudadanos de Mercedes? ¿Acaso perdimos la esperanza, los sueños y la valentía, resignándonos a la comodidad de que otros hagan por nosotros lo que nosotros no nos atrevemos a hacer y a exigir? ¿Hasta cuándo vamos a estar resignados a que esta Política nunca cambie? Unos y otros de cualquier Partido suben los impuestos y tasas sin previo aviso y sin audiencias públicas, pero no decimos nada; el Gobierno Nacional miente con los índices de inflación mientras los precios aumentan diariamente y el Municipio no dice nada, la Provincia no dice nada, nosotros no decimos nada; La Ciudad sigue con cloacas y desagües que colapsan por las lluvias, y no se cambian; el Gobierno Municipal tampoco se involucra en la mala atención pública y privada de la salud y no le preocupa; hace oído ordos a reclamos de insumos en recursos humanos y equipamiento para la Salud Pública. Nunca exige a la Provincia. ¿Acaso ignora las interminables colas de turnos desde la noche hasta la madrugada en el Policlínico, la falta de control de la calidad en clínicas, sanatorios y geriátricos hacia los usuarios? Los jubilados siguen cobrando la mínima que no les alcanza para comer ni para remedios y no decimos nada, y sus asociaciones tampoco dicen y hacen nada; su ausencia en la marcha de los miércoles en Mercedes es notoria. Hay empresas comerciales y de servicios que pagan salarios de subsistencia, y varios de ellos en negro, o hacen como el Gobierno local y provincial que los contrata como monotributistas -lo cual no corresponde- para no hacerse cargo de las Cargas Sociales. A esto se suma el despropósito de los sindicatos, organizaciones legítimas de la defensa del trabajador, a excepción de ATE y de algunos otros, donde la mayoría siga ausente en la protesta. Si los que deben decir y hacer siguen de largo… es porque no hay corazones sensibles y justos que se ocupen del bienestar de la Comunidad. Se vuelven ilegítimos. Repetimos hasta el cansancio que somos responsables y co-rresponsables todos de todos. ¿Queremos una Ciudad Mejor? Hay que atreverse.

…Y están otros, los muchos ciudadanos nuestros que no creen que sufrimos postergación. De sueños, de progreso, de bienestar. A los que no les llega el ajuste. O sintiéndolo, esperan que la cosa cambie a ojos cerrados. Pero… ¿No tenemos ojos para ver, oídos para escuchar, cabeza para pensar, manos para actuar, voz para decir? Aun así, estamos postergados porque nuestros actuales gobernantes no tienen la visión de que podemos construir, mejorar e impulsar a nuestra Comunidad con la participación de todos y transformarla en una Ciudad pujante y con futuro, pero ahora, y para ese protagonismo, hay que decidirse, y nosotros tenemos que decidirnos y empujar a cualquier gobierno, más allá de toda mentira que quiera convencernos de que es imposible.

“El que ve poco, hace poco o no hace nada”.

Hay postergación cuando el Concejo Deliberante sigue declamativo y no se inmiscuye en problemáticas urgentes y reales que hacen a la vida diaria de la ciudad, pudiendo y teniendo autoridad para hacerlo. Es postergación su ausencia y del Ejecutivo -también del Contralor- en el control de precios y tarifas, aunque no sean de su competencia; ¿Y qué hay del arbitrario narcomenudeo sin penalización que pulula en plazas y cercanías de escuelas envenenando a nuestros jóvenes y destruyendo familias? ¿No es postergación, también, la falta de transparencia respecto al movimiento de los fondos públicos, adónde van y con qué anuencia de la población?

Preocuparse del buen servicio público es prioritario, pero tendría que ser de la Ciudad completa, desde los barrios suburbanos más necesitados de esos servicios y seguridad, porque se requiere de un Plan de Progreso Integral de y para la Comunidad, donde todos estemos y nos sintamos contenidos. Y el progreso siempre es económico, social, urbano, de educación, salud y de buenos ejemplos; democrático y solidario. ¿Se involucra el Municipio en promover la participación comunitaria de contextos barriales y laborales específicos en la gestión de gobierno, y no sólo con vecinales, comisiones y entidades que adhieren a su política? No vemos preocupación por la situación angustiosa de familias enteras y de jubilados que cobran la mínima y que no pueden ni alimentarse ni tratarse la salud, consintiendo en su omisión con políticas del gobierno nacional y la inacción del Gobierno Provincial.

“El que calla, otorga. Y el que le acompaña también”

Hace falta una fuerte movilización social, legal y política de nuestros gobernantes frente al Gobierno Provincial, para que, por un lado, el Municipio se haga cargo de los hoy inoperantes Complejo Deportivo y cultural de la Pedrera, del Molino Fénix ex casa de la Música, Parque La Costanera y Vulpiani entre otros, además de exigir el mantenimiento y recursos de los estamentos públicos de su competencia. Pero por otra parte, para impulsar -sin permisos- una reforma de nuestra Carta Orgánica Municipal, para la independencia de nuestros recursos genuinos, decidiendo comunitariamente sobre el destino de los mismos y mejorar la organización urbana y social.  

Podrían establecerse desde el Municipio Agentes de Desarrollo Social para relevar situaciones de desempleo, marginalidad, de habitación precaria, de enfermos, ancianos, discapacitados, personas en situación de calle, inmigrantes con familia etc., y buscar para ello soluciones inmediatas. La Ciudad carece, en ese sentido, también de un Plan Integral de Desarrollo Económico-Social y Habitacional articulado con la industria, el comercio, la economía doméstica y popular en función del progreso comunitario armonioso para una convivencia autosustentable.

Si seguimos en lo mismo, habrá -como ahora- chatura, abulia y obsecuencia; desidia de exigencias legítimas que hay que hacerles a los Gobiernos Provincial y al Nacional; y así, continuaremos con la falta de decisión política para defender nuestro suelo y el de una mejor ciudad como nos merecemos, para que veamos y asumamos con realidades efectivas que podemos ser protagonistas del propio bien. Si la gestión fuese de todos, sin miedos, con confianza y libre participación e involucramiento, ello generará, más allá de los límites impuestos por una política nacional nefasta, comenzar el camino del bienestar general y por ende, de la Justicia Social.

 “Una semilla de mostaza, aunque muy pequeña, se transforma en un gigantesco árbol”.

Lo electoral es uno de los caminos. Pero la senda auténtica y segura, es la del cambio personal y social; la decisión y la voluntad de cortar por lo sano con los que no contribuyen a la felicidad del Pueblo argentino y a la grandeza de la Patria. Para ello hay que ir promoviendo la participación y gestión comunal desde organizaciones colegiadas y democráticas de la población, hacia una Democracia Directa, Combativa y Participativa. Con tiempos propios. El cambio que necesita Mercedes es profundo, y depende de la autonomía y decisión que solidariamente vayamos construyendo.

“Nadie hará por nosotros, lo que nosotros   no hagamos por nosotros mismos”

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