Los límites (escribe: Cristina Kirchner)
Las dos marchas más multitudinarias, plurales y transversales, en rechazo a políticas gubernamentales de Milei o a sus exabruptos “ideológicos” -con amenazas de clausura de derechos- no tuvieron que ver con la ideología, sino con ASPIRACIONES y EMOCIONES. La marcha por las universidades públicas fue masiva y no fue ideológica, más allá de que la universidad pública y gratuita es un postulado histórico del movimiento popular, nacional y democrático. Al intentar el desfinanciamiento y cierre de universidades Milei chocó con el sueño de los argentinos -que nosotros los peronistas definimos como movilidad social ascendente- y que en realidad se expresa en algo menos científico y mucho más sencillo: la aspiración de lograr PROSPERIDAD, no solo en lo económico, sino también en el reconocimiento de la comunidad en la que cada uno vive. La marcha de ayer -cuya convocatoria original fue por la agresión y difamación de la comunidad LGTB en el discurso de Davos- terminó movilizando a distintos sectores de la sociedad, por fuera de las cuestiones de género o diversidad. La deshumanización expresada por Milei, al desconocer que los sentimientos no tienen género, galvanizó en el deseo y el DERECHO A LA FELICIDAD, de elegir con libertad la pareja con quien compartir la vida y, si lo desean, formar su familia. DERECHO A LA PROSPERIDAD Y A LA FELICIDAD SON LOS LÍMITES que Milei no solo no podrá violar, sino a los que, además, deberá dar respuesta más temprano que tarde.