
El presidente Javier Milei viajó este fin de semana a Tierra del Fuego utilizando tres aviones del Estado, en una visita con fines políticos que terminó marcada por protestas y una convocatoria menor a la esperada. Pese al despliegue, el mandatario decidió suspender la caminata prevista por el centro de Ushuaia y redujo su aparición pública a unas breves palabras con un megáfono antes de regresar al hotel.
El operativo de traslado incluyó un Lear 60, un Boeing 737 y un Twin Otter. Según cálculos opositores, los costos de combustible y operación rondaron los 300 mil dólares en total, lo que implicaría un gasto superior a 4 mil dólares por cada uno de los asistentes, ya que en la concentración no hubo más de 70 personas.
La visita coincidió con un clima social tenso en la provincia. Docentes, estatales, metalúrgicos y vecinos salieron a manifestarse en rechazo a la política económica nacional, al tiempo que se escucharon reclamos por los despidos en la textil Australtex, que dejó a cientos de trabajadores sin empleo tras el ajuste en el régimen de promoción industrial.
En medio de este escenario, la actividad más destacada de Milei fue el recorrido por las instalaciones de Newsan, la empresa más grande de la isla y una de las principales beneficiarias de los beneficios fiscales del régimen de promoción industrial, que su propio espacio político cuestiona públicamente.