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Crece la tasa de suicidios en Argentina: ¿crisis económica, frustración adolescente o un malestar más profundo?

La cifra de suicidios en Argentina muestra una tendencia preocupante. Según los últimos datos oficiales y relevamientos de organismos de salud mental, cada vez son más las personas que eligen quitarse la vida en el país, con un aumento visible en adolescentes y adultos jóvenes. Frente a este panorama, surgen múltiples interrogantes: ¿es la situación económica el principal disparador? ¿O hay una creciente dificultad para afrontar la frustración, especialmente entre los más jóvenes?

Un problema en ascenso

Si bien el suicidio es un fenómeno complejo y multicausal, profesionales de la salud mental coinciden en que los factores sociales, económicos y culturales cumplen un rol clave. La incertidumbre económica, la pérdida del empleo, la imposibilidad de sostener un proyecto de vida, o el desgaste por sostener familias en un contexto inflacionario, son solo algunas de las causas que pueden desencadenar situaciones críticas.

“El aumento de suicidios refleja una sociedad que no está pudiendo dar respuesta al sufrimiento”, sostuvo una psicóloga clínica que trabaja con adolescentes en una institución pública. “Hay mucho aislamiento, desesperanza y falta de espacios de contención reales”, agregó.

Adolescentes: la fragilidad ante la frustración

Uno de los datos más alarmantes es el incremento de casos en jóvenes y adolescentes. En muchos casos, el suicidio se da tras una situación de frustración o angustia que no logran procesar: una ruptura amorosa, una mala nota, conflictos familiares o la presión social.

“El adolescente de hoy está hiperestimulado, pero poco preparado para tolerar el dolor emocional. Las redes sociales exponen constantemente ideales de éxito y felicidad inalcanzables, lo que aumenta el sentimiento de fracaso”, explicó un psiquiatra infantojuvenil.

También influye la falta de acceso a servicios de salud mental, o la naturalización de frases como “está triste, ya se le va a pasar”, que invisibilizan señales de alarma. En algunos casos, el entorno detecta cambios bruscos de comportamiento, pero no logra interpretarlos a tiempo.

Una salud mental en emergencia

La salud mental en Argentina arrastra una crisis estructural. Pocos recursos, escasa inversión, baja cantidad de profesionales en zonas vulnerables y un estigma aún fuerte a la hora de pedir ayuda. Los datos oficiales están desactualizados y muchos suicidios ni siquiera se registran como tales, debido al miedo o el desconocimiento de las familias.

En medio de una crisis económica que golpea todos los niveles de la vida cotidiana, los especialistas advierten: la angustia, el vacío y la falta de sentido se están volviendo moneda corriente.

La importancia de hablar y pedir ayuda

Ante este panorama, los expertos insisten en la necesidad de hablar del suicidio sin tabúes, ofrecer redes de contención y fortalecer el sistema de salud mental. También destacan el rol de la escuela, la familia, los medios de comunicación y las políticas públicas en la prevención.

“No se trata solo de detectar señales, sino de construir una sociedad menos hostil y más empática”, remarcan.


Si vos o alguien que conocés está atravesando una situación difícil, podés comunicarte de manera gratuita y confidencial al 0800 345 1435 desde todo el país.


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