Homenaje a Facundo Quiroga y Santos Ortiz: 190 años del crimen en Barranca Yaco
Redacción Calle Angosta, basado en la transcripción de la historiadora Cintia Martínez y fuentes históricas complementarias.
El 16 de febrero de 2025 se cumplieron 190 años del asesinato de Juan Facundo Quiroga, su secretario y asesor José Santos Ortiz, y su comitiva en Barranca Yaco, un paraje cordobés que ha quedado grabado en la memoria histórica argentina como un símbolo de traición y violencia política. Para conmemorar este aniversario, una comitiva de 40 personas provenientes de San Luis, La Rioja y Oncativo se reunió en el lugar para rendir homenaje a las víctimas de aquel trágico episodio.
Entre los participantes se encontraban autoridades de la Dirección de Cultura de San Luis, el rector de la Universidad Nacional de Villa Mercedes (UNViMe), Dr. Marcelo Sosa, historiadores, y representantes de los municipios de Sarmiento, Totoral y Sinsacate (Córdoba). Sin embargo, debido a las inclemencias del tiempo, el Acto Central debió trasladarse al Museo Posta de Sinsacate, un sitio cargado de historia que sirvió como refugio para los viajeros en el siglo XIX y que hoy conserva el legado de aquellos años turbulentos.
Un homenaje en tierra de memorias
El acto comenzó con palabras de bienvenida a cargo de las autoridades locales, quienes destacaron la importancia de recordar este episodio no solo como un hecho histórico, sino también como una oportunidad para reflexionar sobre las divisiones políticas que marcaron la construcción de la Argentina. «Barranca Yaco no es solo un lugar geográfico; es un símbolo de las luchas y contradicciones que dieron forma a nuestra nación», expresó el rector Marcelo Sosa durante su intervención.
«Facundo Quiroga fue un hombre de su tiempo, un caudillo que encarnó las tensiones entre el federalismo y el unitarismo, entre el interior y Buenos Aires. Su muerte no fue solo el fin de un líder, sino también el comienzo de una nueva etapa en la historia argentina»
La historiadora Cintia Martínez, quien formó parte de la comitiva, compartió una reflexión sobre la figura de Quiroga y su legado. «Facundo Quiroga fue un hombre de su tiempo, un caudillo que encarnó las tensiones entre el federalismo y el unitarismo, entre el interior y Buenos Aires. Su muerte no fue solo el fin de un líder, sino también el comienzo de una nueva etapa en la historia argentina».
José Santos Ortiz: el sanluiseño olvidado
Uno de los momentos más emotivos del homenaje fue el reconocimiento a José Santos Ortiz, exgobernador de San Luis, secretario y asesor de Quiroga, quien también perdió la vida en Barranca Yaco. Ortiz, un hombre letrado y respetado, representaba una facción más moderada dentro del federalismo y había sido clave en las gestiones de mediación que Quiroga llevaba a cabo en el norte del país.
«José Santos Ortiz no solo fue un acompañante de Quiroga; fue un líder en sí mismo, un hombre que dedicó su vida a la política y al servicio de su provincia», destacó uno de los historiadores presentes. Su figura, aunque menos conocida que la de Quiroga, es fundamental para entender el entramado político de la época y las alianzas que se tejían entre las provincias.
Barranca Yaco: entre la historia y la naturaleza
A pesar de que el acto central se trasladó al Museo Posta de Sinsacate, algunos miembros de la comitiva se acercaron a Barranca Yaco para recorrer el lugar donde ocurrió el crimen. Allí, entre montes de espinillos y talas, la historiadora Cintia Martínez describió la escena del asesinato: «Es imposible no sentir la carga histórica de este lugar. Aquí, en medio de la soledad y el silencio, la muerte abrió sus brazos a Quiroga y a sus acompañantes».
El paraje, ubicado a unos 70 kilómetros al norte de la ciudad de Córdoba, conserva una atmósfera que parece transportar a los visitantes al siglo XIX. «La tierra es tan abrazadora como entonces», citó Martínez las palabras del historiador Adrián Piñatelli. «La senda polvorienta que aparecía y se perdía entre montes que ya no están aún conserva su traza. La soledad reinante sigue siendo una tentación a la emboscada y a la traición».
El legado de Quiroga y la sombra de Rosas
La muerte de Quiroga no solo marcó el fin de un caudillo, sino que también consolidó el poder de Juan Manuel de Rosas, quien aprovechó el vacío dejado por el riojano para afianzar su liderazgo. Sin embargo, las sospechas de que Rosas estuvo detrás del asesinato nunca se disiparon por completo. «Muerte de mala muerte se lo llevó al riojano / y una de las puñaladas lo mentó a Juan Manuel», escribió Jorge Luis Borges en su poema El general Quiroga va en coche al muere, capturando la tragedia y las intrigas que rodearon este episodio.
El homenaje en Barranca Yaco y Sinsacate no solo recordó a las víctimas de aquel crimen, sino que también invitó a reflexionar sobre las divisiones políticas que marcaron la historia argentina. «Aquí, en este rincón olvidado de Córdoba, la historia y la memoria se entrelazan para recordarnos que el pasado nunca está del todo muerto», concluyó Martínez.
Fuentes consultadas:
- Transcripción de la historiadora Cintia Martínez.
- Sarmiento, Domingo F. Facundo, Civilización y Barbarie (1845).
- Borges, Jorge Luis. El general Quiroga va en coche al muere.
- Piñatelli, Adrián. Los últimos momentos de Facundo Quiroga.
- Archivo General de la Nación Argentina.
- Testimonios y discursos del homenaje en Barranca Yaco y Sinsacate (2025).
